Viaje al desierto de Marruecos
Si buscas emprender un viaje cuyo destino esté cargado de bellos paisajes y aventuras, el desierto de Marruecos puede ser ese lugar. Allí, podrás disfrutar de una buena hospitalidad, realizar expediciones por infinitas dunas de arenas, apreciar antiguas fortalezas e incluso dormir placenteramente bajo el gran manto de las estrellas.
El desierto del Sáhara es uno de los principales atractivos de Marruecos, cuenta con un ecosistema único y una población musulmana que en su mayoría corresponde a los bereberes. Al buscar adentrarse a este territorio por lo general los turistas llegan en avión e inician sus excursiones al desierto desde Marrakech. Sin embargo, también se podría partir desde otros lugares como Fez, pero la posibilidad de encontrar vuelos internacionales, así como agencias de turismo es menor.
Sitios de interés prometidos
Ante la gran amplitud y variedad de entornos que guarda el desierto, se logran apreciar tres distintas zonas. Primero resalta el desierto de Merzouga o Erg Chebbi, un paisaje que contiene las características dunas de desierto que alcanzan los 150 metros de altura. Cercano a la frontera con Argelia, las dunas de Merzouga con tonalidades anaranjadas logran cubrir una longitud de 22 km de norte a sur y 6 km de anchura pero, a pesar de ser un gran desierto, Erg Chebbi se encuentra a una corta distancia del pueblo de Merzouga.
A 30 kilómetros de la población M´hamid se encuentra el desierto Erg Chigaga, que se adentra en el Reg. Es decir, el desierto de piedra y llega hasta el Erg, el desierto de arena. Finalmente, se encuentra el desierto Zagora situado cerca de los 50 km de distancia con la frontera. Es el desierto que está más cercano a la ciudad de Marrakech, a unos 350 km. A diferencia de otros desiertos Zagora es mucho más árido y cuenta con mayores formaciones rocosas, en lugar de tener las inmensas sucesiones de dunas.
Por otro lado, en el desierto de Marruecos también hay otras tantas ciudades y rincones naturales que envisten el paisaje. Entre los pueblos resalta Kasbah de Aït Ben Haddou, esta ciudad construida en adobe fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y es uno de los puntos con mayor recepción de turistas; no en vano en ella se han realizado grandes producciones de Hollywood. Ciudades como Ouarzazate son un territorio práctico para los viajeros que se dirigen tanto al Atlas como al desierto, e incluso, Erfoud y Rissani igualmente son aldeas de interés que mantienen su cultura y costumbres intactas.
Entre los espectaculares paisajes naturales que se esconden entre las montañas, están las Gargantas del Todra o del Dades, que son montañas rocosas cinceladas en forma de cañones y acantilados. Asimismo, el Dades es un valle que deja avistar las montañas del Alto Atlas. El Valle de las Rosas, por su parte, en primavera desprende agradables aromas; mientras que el Valle del Draa cubre cerca de los 100 kilómetros y alberga agradables parajes de palmeras datileras. Finalmente, una zona que es muy poco visitada, pero que de la misma manera sorprende a primera vista, es el Valle del río Zat, en el cual se aprecian pequeñas aldeas de arquitectura tradicional y tonos verdes gracias a los cultivos.
La mejor época para visitar el desierto
Las temperaturas, en las zonas con pocas precipitaciones, son extremas. Por ello, si decides viajar a este paisaje de desierto en Marruecos es recomendable hacerlo en invierno o primavera. Aunque en la zona del Atlas se tienen registros de temperaturas bajas en verano.
Lo importante es viajar con prevención, contar con atuendos apropiados y cremas que protegen de los rayos UV, así como disponer de cantimploras (puedes encontrar en este enlace algunas opciones para comprar) con suficiente agua para mantener el cuerpo fresco e hidratado durante el día. Y por la noche tener a mano buenos abrigos para descansar y soportar las bajas temperaturas.
Actividades que puedes realizar en el desierto
Al viajar a Marruecos, una de las actividades imperdibles es la excursión al desierto de Marrakech. Sin embargo, a lo largo este territorio y en cada uno de sus pueblos existen muchas otras dinámicas que aumentan la lista. Los camellos son una opción muy común al realizar un safari por el desierto. Muchas agencias de viaje, así como los propios lugareños disponen de estos grandes animales ya entrenados como medio de transporte.
Otra alternativa para disfrutar aún más el desierto es pernoctar en una jaima en medio de las dunas y despertar observando los primeros rayos del sol desde lo alto de sus colinas, de ahí que muchos turistas consideran que la mejor alternativa para dormir en el desierto es optar por Erg Chebbi.
Así mismo, cada ciudad marroquí ofrece a los turistas una gastronomía auténtica, donde se aprecia el uso de especias, así como una mezcla única de matices dulces y salados. Entre los platos están el Cuscús y Tajine, aunque el Té representa una bebida típica y los baklavas son los clásicos postres dulces de la región. Tras degustar una buena comida, bien se podría visitar una Madraza, que es una escuela religiosa donde se estudia el Corán.
En ciudades como Fez o Marrakech se logran observar estas estructuras, cuyos acabados demuestran un magnífico trabajo. Por último, se podría visitar una Curtiduría y aunque el olor no resulte muy agradable, el proceso de elaboración de bolsos o cinturones con cuero llega a ser una gran experiencia de aprendizaje.
A pesar de que en las épocas de verano las temperaturas alcanzan los 52ºC, para muchos turistas este clima no les impide visitar el Sahara y apreciar cada uno de sus hermosos rincones.
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