Los cazadores de tesoros, los riesgos y las ganancias que pueden tener

Si bien se sabe que con un detector de metales se puede encontrar diversos objetos metálicos que han sido extraviados y enterrados en la arena de las playas, ríos y parques, hay que tener en consideración que hallarlos puede ser un arma de doble filo, ya que puedes llegar a ser un sospechoso para las autoridades o las casas de compra y venta de oro.

¿Qué es un cazador de tesoros?

Los cazadores de tesoros no son como los que ves en las películas de ciencia ficción, como Indiana Jones o Lara Croft, sino que estos son un grupo de personas que van paseándose por diferentes locaciones en la búsqueda de objetos metálicos (preferiblemente oro) con la ayuda de un detector de metales, los cuales sus dueños originales los habían extraviado y dejado en el olvido.

Las casas de cambio y los cazadores de tesoros

Después de encontrar objetos preciosos, dependiendo de qué hayan encontrado, acuden a una casa de cambio a venderlos para poder obtener ganancia, por lo que algunos ven esto como un pasatiempo y otros como un trabajo. Sin embargo, si llegas a vender todo el botín que te encuentres, ya sean anillos, pulseras, collares, gargantillas, colgantes y piedras de oro a una casa de cambio, podrías levantar sospechas de que quizás las estés consiguiendo de forma ilegal y podrían llamar a las autoridades y levantar cargos en tu contra.

Los cazadores de tesoros y los riesgos

No es ningún misterio ni mito que los cazadores de tesoros pueden ser sospechosos de delinquir, ya que estos no tienen la costumbre de relatar en qué lugar han encontrado su botín para así poder ir de forma mucho más seguida y seguir encontrando piezas de valor sin que otras personas puedan interferir.

Un incidente que causó revuelo en la localidad de Menorca fue por un señor de unos 50 años de edad que es acusado de poseer piezas de oro de otras personas. No obstante, este las vendía en las casas de cambios y no las depositaba en las dependencias correspondientes para que las autoridades se hicieran cargo de ello.

El botín que poseía este hombre ascendía a los 4000 euros y, entre las joyas, se encontraban principalmente anillos y colgantes. Sin embargo, aunque el acusado afirmaba que había conseguido las prendas de forma legal con un detector de metales, las autoridades no daban fe de que fuese cierto, por lo que el botín fue incautado.

Una de las leyes dicta que, si se ha encontrado un objeto de valor, este debe ser depositado en la dependencia y si el dueño original no lo reclama transcurridos 2 años, pasa a ser propiedad de quién la encontró y, como el adulto no lo hizo, su tesoro fue confiscado por completo.

Otro caso que también ha dado de qué hablar en el mundo es el del antiguo piloto y comerciante Forrest Fenn, ya que en el año 2010 publicó en sus memorias “The Thrill of the Chase” que había escondido una caja fuerte con monedas, piedras preciosas, piezas de oro y reliquias antiguas que representan un gran valor. Desde ese entonces más de 60 mil personas se han unido a la búsqueda del tesoro. No obstante, las pistas están dispersas en varios poemas, por lo que los que hayan sus memorias tienen una alta probabilidad de hacerse con el botín que tiene un valor de más de 2 mil millones de dólares.

Sin embargo, Paris Wallace, otro cazador que estaba tras el tesoro escondido de Fenn, fue reportado desaparecido y su cuerpo apareció sin vida en Nuevo México después de haber notificado a sus familiares que se iba en la búsqueda del famoso tesoro.

Randy Bilyeu también fue uno de los desaparecidos en la búsqueda del afamado tesoro y su cuerpo se encontró sin vida meses después en el río Bravo, Nuevo México. Adicionalmente, Chanon Thompson se extravió en el Monumento Nacional Bandelier y deambuló la noche entera en el desierto, pero fue encontrada con vida al día siguiente.

Forrest Fenn ha dado más pistas de que el tesoro se puede encontrar en algún lugar de las montañas rocosas y a 1,5 kilómetros sobre el nivel del mar. No son las pistas más exactas, pero muchos cazadores de tesoros se han introducido en la búsqueda.

Aunque las autoridades le han indicado a Fenn que suspenda la búsqueda por los trágicos accidentes que habían ocurrido, este indica que no lo hará y que encontrará la manera para qué los aventureros puedan sentirse más seguros y no puedan sufrir ninguna clase de lesiones que pongan en riesgo su integridad física.

Recomendaciones para poder vender tus tesoros

En tu búsqueda lleva contigo el mejor detector de metales y una persona que pueda dar fe de que estás realizando una exploración y no estás delinquiendo.

Después de que hayas pasado varios días, semanas y meses buscando tesoros, te recomendamos que hagas una evaluación de cuáles son los principales objetos de mayor valor para que los puedas vender a una casa de cambios. Es decir, no los vendas todos al mismo tiempo para que no levantes sospechas, ya que podrían llamar a las autoridades y tras no poder comprobar cómo los conseguiste, podrías ir a prisión. Por lo tanto, te recomendamos que antes de vender los objetos, socialices con el personal que te esté atendiendo y le expliques a qué te dedicas, ya que el dialogar formalmente podría ser la principal solución para evitar problemas con las autoridades.

Adicionalmente, después de haber realizado la venta en una casa de cambio asegúrate de vender en el mismo lugar, ya que de caso contrario deberás comenzar de nuevo a volver a ganar la confianza del asesor de ventas de la nueva casa de cambio y este no podría confiar en tu palabra fácilmente.

Si encuentras objetos de valor que poseen inscripciones del propietario, tales como fechas de matrimonio, de nacimiento, procura llevarlas a la policía para que los oficiales se encarguen de dar con el dueño. Asimismo, también puedes colocar un anuncio en el periódico local describiendo aquel objeto que puede ser preciado para la persona que lo extravió y puedas recibir alguna recompensa, pero no te afanes por pedirla, ya que esa persona tiene que ofrecértela. En caso contrario pueden presentar cargos en tu contra por extorsión y posesión de objetos no propios.