La Ruta de las Caras de Cuenca
Una de las opciones de recreación que se encuentran en Cuenca es la famosa Ruta de las Caras, cerca de la población de Buendía. Se trata de una maravillosa obra artística formada por diversas esculturas de rostros que, en vez de estar dentro de un museo, quedan expuestos al aire libre.
Los amantes de las actividades recreativas como el senderismo, pero que al mismo tiempo aprecian el arte, probablemente quedarán encantados al visitar la Ruta de las Caras, una especie de exposición de esculturas al aire libre, que se ubica a pocos kilómetros de la localidad de Buendía, en la provincia de Cuenca.
Muchos pueden pensar que relacionar la escultura con la naturaleza es algo descabellado. Sin embargo, esto es posible y las mayores muestras de ello están en los millones de monumentos naturales alrededor del mundo, en una amplia lista de latitudes. En este sentido, la Ruta de las Caras ejemplifica también cómo la naturaleza y el arte pueden ir de la mano, ya que a través de las grandes rocas situadas en su interior, dos artistas lograron realizar diversas esculturas que actualmente atraen a cientos de visitantes.
Historia de la Ruta de Las Caras
Las Caras de Buendía tienen una historia muy sencilla. Básicamente, la naturaleza se encargó de colocar rocas areniscas en un perímetro específico del Pantano de Buendía, específicamente en la zona llamada “La Península”.
Rodeadas por pinares y con una maleabilidad muy alta, las rocas areniscas sirvieron como materia para que los escultores Eulogio Reguillo (dedicado a la reparación de fachadas) y Jorge Juan Maldonado (dedicado a los trabajos en cerámica) esculpieran sobre cada piedra rostros alusivos a diversos temas y personajes.
Esta obra se inició en el año 1992 y, hasta la fecha, ha recibido cientos de visitantes que quedan admirados con la belleza de los rostros y símbolos, pero sobretodo, con el hecho de ver materializado un ejemplo de la estrecha relación entre la naturaleza y el arte.
Las esculturas
La Ruta de las Caras de Buendía cuenta actualmente con 20 esculturas, de las cuales hay dos en proceso de finalización. Como indica su nombre, la mayoría son rostros, aunque también pueden percibirse otras partes del cuerpo como el cuello, o algunos símbolos.
Entre las esculturas más famosas de la exposición, debemos mencionar a los rostros de dioses de la religión Hindú, tales como Krishna, Maitreya y Arjuna. Asimismo, otro grupo está representado por personajes mitológicos o de fábulas, tal es el caso de La monja, Chemary, El Chamán, El Paleto, Los duendes, La Dama del Pantano y La Calavera.
Un famoso personaje histórico que también forma parte de esta colección es el compositor musical Beethoven. Igualmente, entre las esculturas con un significado más simbólico, debemos mencionar la Espiral de Brujo, La cara del poder, La moneda de la vida y las cruces templarias.
Las esculturas varían en tamaño, de modo que pueden encontrarse obras que miden unos 70 centímetros y otras alcanzan los 4 metros de altura. Esto hace que la colección sea mucho más versátil y agradable a la vista.
La sonrisa arcaica
Un dato curioso que no es tan conocido, es el hecho de que muchas de las esculturas de rostros muestran la llamada sonrisa arcaica. Este es un rasgo propio de las esculturas griegas, que predominó durante la época arcaica. De este modo, se evidencia aún más el valor conceptual y técnico de esta gran obra al aire libre.
Un recorrido seguro y apto para niños
Este recorrido es bastante seguro, debido a su facilidad de acceso. Asimismo, no requiere un mayor grado de resistencia física, ya que su distancia es de apenas 2 km, por lo que casi cualquier persona puede completarlo sin sentir fatiga.
Por otro lado, se trata de un recorrido de tipo circular con un desnivel de 50 metros. En la clasificación para senderismo, se encuentra entre el grupo de rutas con bajo nivel de dificultad. Así, está pensada para toda la familia, incluyendo las mascotas, cuyo acceso también está permitido al local.
Del mismo modo, debemos mencionar que esta ruta es económica, ya que no tendrás que pagar absolutamente nada para ingresar a la exposición, siendo esta otra ventaja que los visitantes agradecen.
¿Qué ver en Buendía?
En caso de que te interese ver más cosas en Buendía, o realizar una ruta de senderismo más larga, puedes optar por iniciar el recorrido mucho antes de llegar a la Ruta de las Caras.
Para ello, debes recorrer el sendero PR-CU46, aunque debes asegurarte de que la ruta esté homologada o habilitada para el tránsito. De cualquier forma, si las condiciones para esta travesía están dadas, debes saber que su extensión es de unos 14 km, y en su itinerario se incluye el paso por la Ruta de las Caras y por el mirador Peña de la Virgen, así como por ciertos restos con valor arqueológico.
Por otra parte, puedes conocer más del pueblo de Buendía, cuya estructura sigue el patrón medieval y tiene espacios emblemáticos como la plaza mayor, la Plaza de la Constitución, la iglesia parroquial, el Museo del carro y las murallas de la ciudad.
Si buscas mucho más allá y te centras en los alrededores de Buendía, podrás terminar descubriendo el Cañón del Río Guadiela (donde pueden hacerse prácticas de escalada en diversas zonas), así como el resto del pantano que constituye la región.
En estos casos, tal vez debas llevar una de las mochilas de senderismo, con los elementos esenciales para la hidratación, algunos aperitivos, protector solar, etc.
¿Cómo llegar?
Si vas en coche desde Madrid, la llegada a este complejo natural y artístico es muy sencilla, ya que solo debes ir por la ruta A3, o combinando la A2 y la N-320. De acuerdo a como esté el tránsito, el recorrido hasta la llegada a la ruta es de 1 hora y 45 minutos aproximadamente.
Si quieres salir de Madrid y hacer turismo de una forma económica, ya sabes que la Ruta de las Caras es una de las opciones más adecuadas. Lo mejor es que podrás ir en compañía de tus familiares y amigos, estar en contacto con la naturaleza y al mismo tiempo admirar el arte de la escultura.
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