¿Cuáles son los distintos tipos de escalada?

La escalada es una de las disciplinas deportivas más versátiles, ofreciendo opciones que van desde las más sencillas a las más complejas. Una amplia variedad que hace fácil aprender nuevas técnicas de escalada e ir evolucionando con el terreno y conforme a nuestras preferencias y capacidad física.

Para la mayoría de nosotros, cuando pensamos en qué es la escalada, nos suele venir la imagen tradicional de deportistas armados con cuerdas y subiendo por paredes de todo tipo. Sin embargo, hay opciones más allá de la escalada de montaña más tradicional. Y es que existen numerosas versiones de este deporte, adaptadas a diferentes niveles de escalada respecto de su exigencia, así como a los terrenos y técnicas requeridas para realizar la actividad.

Esta cuestión también influye en las cosas necesarias para escalar, que van desde el equipo mínimo de la escalada libre a la comida, el saco de dormir y la tienda colgante que cargan quienes suben paredes inmensas en varios días. Una labor en la que contar con la mejor glutamina también ayuda, para reparar los daños provocados por ese ejercicio extremo.

Para que te sea más fácil ampliar esta información, te dejamos algunas de las características básicas que sirven para calificar la escalada, haciéndote más fácil ver qué modalidad puede resultar más interesante, tanto si lo tuyo es la escalada deportiva como la más tradicional.

Tipos de escalada por superficie

El primer elemento que nos va a servir para clasificar la escalada es la superficie por la que nos vamos a mover. La más habitual es la escalada en roca, que se realiza sobre todo tipo de montañas y espacios naturales.

En caso de que las temperaturas del entorno sean muy reducidas, entonces hablamos de escalada en hielo. Es obvio que el material para escalar en esta superficie es muy diferente, por las necesidades específicas del terreno. Unas zonas donde los clavos de escalada y los crampones son vitales. Si unimos estos dos terrenos, tenemos la escalada mixta, que requiere de experiencia en ambos terrenos y una fuerza notable para moverse de forma segura.

Más relajada es la escalada artificial, que se realiza en rocódromos. Estas paredes artificiales cuentan con un diseño liso y diferentes formas, colocándose sobre la pared diversas agarraderas que te ayudan a moverte con comodidad. Esta roca artificial es una buena alternativa para realizar escalada sin cuerda, aunque empleando siempre todas las medidas de seguridad necesarias al respecto.

Tipos de escalada por estilo

La segunda gran clasificación de la escalada se realiza conforme a las diferentes disciplinas existentes por su estilo. Algunas de ellas pueden aplicarse en todas las superficies, mientras que otras quedan limitadas por las características del terreno.

En esta clasificación, la modalidad más popular es la escalada libre. Es una de las maneras de escalar más conocidas y tiene la ventaja de no requerir apenas de material, más allá de los guantes o los pies de gato. Este estilo requiere de una gran fuerza física, así como de una técnica que permita progresar adecuadamente en estas condiciones. 

También aquí tendríamos la escalada clásica, que sí responde a la imagen icónica de cuerdas y agarres. Es otra de las técnicas más habituales cuando se trata de moverse por la montaña.

Las siguientes categorías ya se encuentran entre los niveles de escalada más complejos y alejados de la escalada tradicional. Entre ellas, tenemos el Big Wall, que consta de rutas de varios días en los que se suben paredes enormes. Por su parte, el Bulder implica escalar paredes naturales de poca altura, pero sin cuerdas ni ningún elemento, más allá de un colchón para acogernos ante una posible caída. Si esta disciplina se realiza sobre agua se denomina psicobloc, sirviendo el líquido elemento como “colchón” de seguridad.

Tipos de escalada según la vía

Otro elemento útil para clasificar las modalidades de escalada son los tipos de vías que se utilizan en la disciplina. Para los no iniciados, las vías de escalada son las rutas a través de las que se suele realizar la actividad. Esta vía se corresponde a la cuerda disponible, en aquellas modalidades que la utilizan.

Como referencia, una cuerda estándar tiene un largo de unos 50 a 80 metros en total, aunque las opciones más modernas pueden llegar a los 100 metros de largo. Este tamaño de la cuerda es el que establece la extensión de la escalada. Cuando la misma es de un único largo, la extensión viene siendo la mitad de la cuerda, para permitir el descenso del escalador, si es necesario.

No obstante, es posible atar varias cuerdas o utilizar la misma en varias zonas, de modo que tendríamos las escaladas multipitch o de varios largos. En este caso, es necesario ir colocando y recogiendo los seguros y la cuerda a medida que sea necesario, siendo habitual que si la ruta la realizan dos personas estas se vayan rotando en el montaje y desmontaje de la línea en cada uno de estos tramos. Esta es una de las formas más habituales en la escalada tradicional.

Tipos de escalada por grados

Como último elemento para calificar los diferentes tipos de escalada, dentro de los que hemos seleccionado, es momento de hablar de los grados de escalada. Esta calificación es similar a los colores de una pista de esquí, indicando de forma clara cuál es el grado de exposición al riesgo de cada una de las rutas que estemos evaluando.

Dichos grados van desde el I al VI y tienen carácter secuencial, por lo que cuanto mayor es el número más elevado es ese nivel de riesgo. Como muestra, una escalada de grado I sería corta en su extensión, libre de peligros y con un descenso fácil. Una de grado III requiere de un día para su ejecución, con diferentes peligros y objetivos en el ascenso y un descenso algo delicado. Finalmente, la de nivel VI sería de riesgo extremo y máxima complejidad.

Todas estas calificaciones están realizadas siguiendo una serie de estándares, de modo que el carácter subjetivo del evaluador quede aparte a la hora de otorgar una u otra calificación. Por tanto, son una buena propuesta cuando de conocer el grado real de complejidad de la ruta se trata.